miércoles, 24 de agosto de 2011

FRIEDRIECH FRÖBEL Y LA PEDAGOGÍA ROMÁNTICA

En este apartado se retoma la pedagogía romántica resaltando brevemente las aportaciones de Jean-Paul Richter. Este personaje redacta una obra maestra, donde manifiesta que a los niños se les debe reconocer por que ellos serán la continuación de nosotros mismos y el porvenir del mundo, llevando a la reflexionar ¿realmente usamos esos anteojos ante nuestros pequeños?, ¿para ti maestro  qué son tus alumnos?.
Otro punto sobresaliente de este autor que considero veraz es el siguiente: “el niño entregado al juego, al mismo tiempo vierte en él sus inagotables energías, descubre sus propios límites, establece un orden propio, realiza su armonía…” (Abbagnano, 2009, p. 479),  Basado en este cita, voy a platicar una experiencia de un niño de segundo grado que observé en un grupo donde no estaba quieto, ya no había reglas para que trabajara ni respetara, estaba en un descontrol total,  entonces el grupo salió al patio en la clase de educación física y comenzaron a cantar y jugar, el niño se veía feliz, disfrutaba aquellas actividades tanto que seguía todas las indicaciones al terminar la clase el niño continuo la clase en el salón muy relajado y ya había cambiado toda la frustración previa. Es ahí, donde aprendí que el juego era mágico.
Pasando al análisis de otro personaje de esta pedagogía Friedriech Fröebel, nos daremos cuenta que la vocación de educador se le reveló cerca de los treinta años de edad al conocer el Instituto de Pestalozzi, sus grandes aportaciones fueron al realizar material didáctico para niños de educación elemental para las familias con los fundamentos de que no hay desarrollo psíquico posible si no es sobre la base de operaciones concretas, por lo que el alumno debe hacer para aprender,  fundador de la educación preescolar, el cree fielmente en el juego educativo para crear el gusto por las cosas, por ejemplo el gusto por el trabajo.
Comparto su idea, sobre “a menudo el mismo hombre que educa, quien vuelve malo por vez primera al niño”, ya que se topa uno con los grupos de primeros ciclos y luego desconoce a los niños, (no siempre) en los últimos. Y se pregunta ¿qué pasó?...
Por último, se comparte las ideas de Albertine Necker de Saussure, la cual comparte su concepción  sobre educación “dar al discípulo la voluntad y los medios para alcanzar un día la perfección de que será capaz”. Nos habla de un maestro guía, que proporcione herramientas  pero que no solucione el problema, para que el alumno colabore activamente en la educación que se le imparte, pero el maestro necesita conocer a su alumnos para proporcionar el ambiente que provoque el interés por resolver el problema.  ¡De esos maestros ocupamos!. ¿quién se enlista?...
 ABBAGNANO, N. Y A. Visalberghi. (2009). Historia de la pedagogía. México: Fondo de Cultura Económica. Fröebel (478-487)

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